la vida no es una frutilla


domingo, 23 de maio de 2010

Sex and the city na vida real XIII - sexo en la ciudad

Una amiga en argentina se había enamorado de un brasileño. Sólo que el brasileño, no se sabe porque, nunca la invitó a salir. Me parece que los brasileños tienen miedo a las argentinas, como son casi siempre tan histéricas... Para curarse del amor no correspondido, ella (la diremos Soledad) sale con las amigas a bailar. Juntanse a tomar Quilmes o fernet con Cola en la casa de Milagros hasta las 3 de la mañana, cuando entran al boliche. (El mismo lugar donde el año pasado mi amiga conoció al tipo en cuya casa despertó sin saber como, y al abrir los ojos confusa, se le ocurrió preguntar "capital o provincia?", y luego de aclarada lo que había pasado la noche anterior, al despedirse del tipo se le ocurrió preguntar, por ultimo: "gripe porcina (H1N1) no tenés?", yéndose bañada en alcohol gel.) Encontraron ahí unos amigos de Milagros, uno de ellos más viejo (no que sea vejo, tiene 30, las chicas no tienen más que 25) de nombre Joaquín. Joaquín le contaba a Soledad que una brasileña le había rompido (roto) el corazón, charlaron hasta las 5 de la mañana dándose cuenta que tenían tanto en común. Había onda - y que onda! -, Soledad se sentía muy bien al lado de Joaquín. Pero esa noche no se fue con él, apenas se besaron en el boliche y él la invitó a cenar la noche siguiente.

Tristemente, Joaquín no la pasó a buscar el día siguiente. La llamó a las once y media de la noche del hospital, explicándole que se había infartado. No puede ser!, contestava soledad, la gente no se infarta a los 30! Pero era verdad, Milagros lo confirmó con los amigos. Joaquín y Soledad se hablaron por teléfono algunas veces, hasta que el médico liberó Joaquín para salir con mujeres, y finalmente pasaron la noche juntos. Fué maravilloso, hicieron el amor tres veces, y lo habrían hecho por lo menos tres más, si joaquín no se hubiese infartado otra vez. Soledad lo acompañó al hospital, enamorada y preocupada, tenía miedo a que el frágil corazón de Joaquín no les permita seguir juntos.

Muchos hombres no tienen huevos para bancarse con una mina - en general cuando se enamoran huyen de miedo a estar de novio o casarse. Joaquín tenía las ganas y las bolas... pero no le alcanzaba el corazón. Pobre Soledad... sigue sola y con el corazón partido. Talvez feliz porque apenas metaforicamente partido.

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Um comentário:

Super disse...

e o post que enganava no castelhano até a terceira linha terminou assumidamente em portugues

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