Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colômbia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que somos un mar de fueguitos.
, El mundo es eso - reveló -. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre las demás. No hay dos fuegose iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos,
fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros ardem la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
Galeano.Abrazos.1.
la vida no es una frutilla

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Um comentário:
<3
saudade disso aqui ;)
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